DOUGLAS McGREGOR: LA TEORÍA X Y LA
TEORÍA Y
Han
sido muchos los estudios que se han realizado al objeto de establecer una
tipología de estilos de dirección. Entre ellos, nosotros nos centraremos en el
realizado por Douglas McGregor en 1960.
Douglas
McGregor fue una figura ilustre de la escuela administrativa de las relaciones
humanas de gran auge en la mitad del siglo pasado, cuyas enseñanzas, muy
pragmáticas, tienen aún hoy bastante explicación a pesar de haber soportado el
peso de cuatro décadas de teorías y modos gerenciales.
McGregor
define los estilos de dirección en función de cuál sea la concepción que se
tenga del hombre; así pues, a partir de su teoría X y de su teoría Y, señala la
existencia de dos estilos de dirección: estilo autoritario y estilo
participativo.
Todos
tenemos cierta forma de ver el mundo. McGregor con su libro “El lado humano de
las organizaciones”, irrumpió con la visión complementaria en un momento
necesario. McGregor afirma que al administrar una empresa se pueden asumir dos
posturas, dos conjuntos de supuestos.
-La
primera es: si creo que el hombre normal y ordinario tiene una aversión natural
al trabajo, y que lo evitará siempre que le sea posible; que las personas
necesitan ser obligadas, dirigidas y hasta amenazadas por castigos para que
hagan bien su trabajo; que la persona promedio prefiere que lo dirijan, que
prefiere no asumir responsabilidades, y que procura sobre todo su seguridad. A
este conjunto de creencias las llamó Teoría X.
-La
segunda postura es: si creo que las personas pueden aplicarse en el trabajo con
tanta naturalidad como al jugar o al descansar; que las personas pueden
autocontrolar su trabajo; que una persona normal procura asumir
responsabilidades; que la creatividad, el ingenio y la imaginación son algo que
la mayoría de las personas tienen y pueden desarrollar, y no solo unos pocos.
Este grupo de supuestos lo llamo Teoría Y.
McGregor
ve estas dos teorías como dos actitudes absolutamente separadas. La teoría Y es
difícil de poner en práctica en operaciones grandes de la producción en masa,
pero puede ser utilizada inicialmente en el manejo de encargados y
profesionales.
En
“el lado humano de la empresa” McGregor demuestra como la teoría Y afecta la
gerencia de promociones y de sueldos y del desarrollo de encargados eficaces.
Dice también que es parte del trabajo del encargado de ejercitar autoridad, y
hay los casos en los cuales éste es el único método de alcanzar los resultados
deseados. Sin embargo, en situaciones donde es posible obtener los objetivos,
es mejor explicar la materia complemente de modo que los empleados asuman el
propósito de una acción, ejerciendo de esta forma un mejor trabajo que si lo
hubiesen estando realizando simplemente bajo una orden que no entienden.
El
libro de McGregor es un manifiesto a cambiar la forma en que se administra a
las personas. En 1960, cuando se publicó, constituyó el inicio a una importante
tendencia a favor de reconocer en el empleado su valor de ser humano integral.
El empleado de la moderna sociedad de organizaciones ya no es motivado por la
coacción, o el temor, como ocurría en las primeras sociedades industriales. El
empleado moderno halla sus motivaciones en la parte superior de la famosa
pirámide de Maslow: el reconocimiento, la autoestima, la capacidad de
realización.
En
base a esto, McGregor propone un modelo de gestión de recursos humanos
denominado de “integración y autocontrol” en el que, una vez establecidos los
objetivos empresariales, el empleado define sus responsabilidades, sus metas y su
propio proceso de crecimiento, y cómo se autoevaluará. McGregor propone este
modelo como un medio efectivo de generar “compromiso”, un tema que empezaba a
preocupar a la gerencia. Así mismo, critica a la evaluación del desempeño
tradicional, debido a sus defectos de subjetividad y carencia de equidad, y a
sus efectos de inhibidor de la capacidad creativa y el compromiso del empleado.
Describe un modelo de Teoría Y en práctica, el “plan Scanlon”, en el que la
administración genera la participación activa de sus empleados en programas de
reducción de costos, compartiendo los beneficios del esfuerzo conjunto. En este
modelo, el empleado consigue su desarrollo personal aplicando al máximo sus
capacidades en un ambiente de cooperación y equidad que retribuye su aporte. Es
muy importante el clima creado por el gerente, que más allá de su personalidad
o su estilo de liderazgo, trasmita integridad y coherencia con un conjunto de
principios en los que el respeto al ser humano es un asunto prioritario.
En
conclusión podríamos decir que el mensaje trascendente que McGregor con su obra dejo al mundo desarrollado, es
que una sociedad que genera calidad de vida empieza a existir por el
reconocimiento básico del ser humano en su dimensión integral, y por tener fe
en sus potencialidades
Para
finalizar, resumimos a continuación de forma esquemática cuales son las
características que describirían a las personas que se podrían englobar dentro
de cada una de las teorías, y cuál es el estilo de dirección que se llevaría a
cabo en cada uno de los casos.
Teoría X
Características:
-Las
personas tienen aversión para el trabajo, la mayoría de la gente debe ser
controlada y amenazada con castigos para que se esfuercen en conseguir los
objetivos de la empresa.
·
Prefiere ser dirigido, no quiere asumir
responsabilidades.
·
Es perezoso.
·
Busca ante todo su seguridad.
·
Su única motivación es el dinero.
Estilo de dirección:
La
dirección ante personas de estas características ha de estar basada en el
ejercicio de una autoridad formal, donde la dirección señala a cada uno lo que
debe hacer y cómo hacerlo, marca los tiempos de realización del trabajo, dicta
unas normas a seguir y somete a los empleados a una constante presión,
consiguiendo que hagan los esfuerzos necesarios para evitar ser sancionados,
correspondiendo estas actuaciones a un estilo de dirección autoritario.
Teoría Y
Características:
·
El esfuerzo físico y mental en trabajo es tan
natural como en el juego o el reposo, al individuo promedio no le disgusta el
trabajo en sí.
·
No es necesario la coacción, la fuerza o las
amenazas para que los individuos se esfuercen por conseguir los objetivos de la
empresa.
·
Los trabajadores se comprometen en la realización de los objetivos
empresariales por las compensaciones asociadas con su logro. La mejor recompensa
es la satisfacción del ego.
·
La gente está motivada y tiene capacidad para
asumir responsabilidades hacia los objetivos organizacionales.
·
La mayoría de las personas poseen un alto
grado de imaginación, creatividad e ingenio que permitirá dar solución a los
problemas de la organización.
Estilo de dirección:
El
estilo de dirección que se dará en este caso, es una dirección participativa
que proporcionara las condiciones para que las personas puedan alcanzar los
propios objetivos al tiempo que se alcanzan los organizativos. Los directores
deben dar confianza, información y
formación, facilitando la participación de los empleados en la toma de
decisiones, así como en la negociación de los objetivos.
Las
teorías X y Y, dos maneras excluyentes de percibir el comportamiento humano
adoptadas por los gerentes para motivar a los empleados y obtener una alta
productividad.
“Este
comportamiento no es una consecuencia de la naturaleza del hombre. Más bien es
una consecuencia de la naturaleza de las organizaciones industriales, de su
filosofía, política y gestión”
McGREGOR
La
teoría Y es la precursora de la integración de los objetivos individuales con
los corporativos, en ella se basan, por ejemplo, los círculos de calidad.
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